jueves, 26 de junio de 2014

PREAMBULO

Dentro de poco va a hacer dos años que "estrené" este blog, la verdad es que como suponía no es nada fácil escribir, compartir, comunicar, transmitir ideas, sentimientos, conocimientos, experiencias, ilusiones  y emociones....

No obstante desde el primer momento me rondaba por la cabeza una idea que acabo de decidir llevar a cabo: compartir mi trabajo de fin de Master en Mediación y Orientación Familiar. 

Ya casi hace tres años que terminé el Master y tuve ocasión de presentar el trabajo en público; sin embargo son muy pocas personas las que han podido leer el trabajo en su totalidad, apenas cinco: mi padre, mi madre, mi padrino, que en paz descanse, una amiga madre del alba, una amiga hija por adopción, y un amigo de la familia....además de por supuesto las profesoras de la universidad que tuvieron que calificarlo.

Así pues si más dilación con el propósito de darle contenido y sentido a este blog, y para empezar por el principio os dejo aquí el preámbulo del trabajo,   

PREÁMBULO

Inicio este trabajo de fin de MASTER DE MEDIACIÓN Y ORIENTACIÓN FAMILIAR desde una perspectiva profesional y personal difícil de separar, porque sin duda alguna mi experiencia personal ha tenido mucho que ver con mi desarrollo profesional, es por ello que a lo largo de este texto en la mayoría de las ocasiones voy a hablar en primera persona del singular o del plural, porque la motivación personal ha sido determinante a la hora de elegir tanto el Master como cada uno de los trabajos que he preparado a lo largo de los cursos y lo mismo ocurre con el tema de este trabajo.

Confío en que mi experiencia me haya servido para adquirir los conocimientos necesarios que ahora quiero dejar aquí recogidos para compartirlos.

El tema del trabajo es “LA MEDIACIÓN FAMILIAR EN LA BÚSQUEDA DE ORÍGENES DE LAS PERSONAS ADOPTADAS”  para llegar a la práctica sobre este tema he buscando bastante teoría, he hecho un recorrido lo más amplio posible partiendo de unos planteamientos teóricos iniciales basados en las necesidades humanas en general y de las personas adoptadas en particular, he pasado por algún planteamiento jurídico para llegar a la conclusión de la existencia del derecho de las personas adoptadas a conocer sus orígenes biológicos, y una vez  establecido el derecho me he parado en el ejercicio del mismo, que es donde entra en juego la mediación familiar.

No he querido pararme demasiado en el aspecto jurídico del reconocimiento o no del derecho de las personas adoptadas a conocer sus orígenes biológicos, puesto que es un tema todavía controvertido, que no tiene un mismo tratamiento jurídico a nivel internacional, puesto que, actualmente, encontramos contrastes tan próximos geográficamente como la existencia en España del citado derecho en el ordenamiento jurídico y la existencia en Francia del parto sin filiación materna.

No obstante lo anterior, mi formación previa es la de licenciada en derecho, abogada especializada en menores, tanto los desamparados como los infractores, es decir, tanto los necesitados de protección como los necesitados de reforma y reinserción, por lo que sin duda alguna esta formación va a salir a relucir a lo largo del trabajo, en algunos planteamientos y comentarios, espero que sea siempre en beneficio del mejor entendimiento de algunas situaciones, para las que a veces es necesario recurrir a la ley para entender porqué son como son y no de otra manera.

Así pues partiendo de la realidad jurídica española y de la realidad jurídica y administrativa de nuestras Comunidades Autónomas (C.C.A.A.), responsables últimas del ejercicio y atención de la protección de menores, en consecuencia de la adopción y por tanto de las búsquedas de orígenes, me he puesto en la realidad del  ejercicio del derecho a conocer los orígenes biológicos, sus limitaciones, sus dificultades, sus interrogantes sin respuesta, sus frustraciones, angustias y ansiedades y la conveniencia o necesidad de la intervención o asistencia del mediador familiar, y no sólo desde la perspectiva de la persona que ha sido adoptada, sino que también he recogido aquí otras situaciones relacionadas con la adopción y que también requieren de mediación familiar, situaciones como: la propia revelación de la condición de hij@ por adopción por parte de los padres, la búsqueda de personas que han sido adoptadas por parte de miembros de sus familias de origen: madres, abuelos, hermanos, etc…. Hasta que he llegado a la práctica profesional en la que he utilizado una serie de documentos elaborados por mi misma, que incorporo en este trabajo puesto que  considero que constituyen la aportación más importante del mismo, puesto que en los citados documentos recojo por un lado las condiciones de la mediación, por otro los cuestionarios empleados a lo largo de la intervención como mediadora, y por último el posible acuerdo de mediación con los posibles pactos alcanzados; finalmente después de muchos interrogantes teóricos y prácticos he llegado a unas conclusiones que espero sean de utilidad a cualquier persona que de forma particular o profesional pueda tener interés en el conocimiento o la práctica de la mediación familiar en la búsqueda de orígenes de las personas adoptadas, y otras situaciones relacionadas con la adopción.

Tengo que decir, que durante el tiempo que ha durando mi formación, mientras que he cursado este Master, ha ocurrido en España algo que para mi ha sido insólito, que no me podía esperar, pero que al mismo tiempo reconozco que tampoco me ha sorprendido, y que sin duda ha cambiado en parte mi percepción de la adopción y en consecuencia de muchos de los planteamientos que a lo largo de este trabajo he hecho, al tener que incorporar situaciones que yo nunca me había imaginado que pudiesen llegar a ocurrir. Me estoy refiriendo al “fenómeno” de los llamados “NIÑOS ROBADOS”, que con independencia de su repercusión mediática, de su mayor o menor incidencia, de su aparente relevancia, lo que sin duda es cierto es que ha tenido un “efecto llamada” no sólo para las personas que han descubierto que su inscripción de nacimiento está  falsificada, sino incluso para las personas que ya sea recientemente o desde hace mucho tiempo o incluso desde siempre han sabido que habían sido adoptadas y que nunca se habían planteado llevar a cabo una búsqueda activa de sus orígenes, hasta el momento en que han empezado a pensar que cabe la posibilidad de que en su caso su origen no fuese el que les habían contado o el que ellos creían y han empezado a dudar de la legalidad de todo el procedimiento, algunos hasta convencerse de que efectivamente ellos fueron robados, separados de su madre de nacimiento sin su consentimiento y/o conocimiento, a pesar de que la documentación no hace pensar en ningún caso que eso haya sido así.

En consecuencia teniendo en cuenta los llamados “NIÑOS ROBADOS” algunos planteamientos inicialmente sencillos se han visto “complicados”, ampliados, complementados y con ellos los procedimientos, los cuestionarios y por supuesto las conclusiones.  

Reconozco que vuelvo al leer ele trabajo, casi tres años después, y me sorprendo al comprobar que no cambiaría ni una coma, ni un punto ni una tilde, porque han pasado los años y la situación ha variado poco o nada y sigue siendo actualidad.







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