domingo, 9 de marzo de 2014

HOY CELEBRO...QUE VUELVO A ESCRIBIR

Así es, después de varios meses sin escribir una sola linea en mi blog, hoy, por fin, celebro que vuelvo a escribir, con un nuevo nombre para el blog "MEJOR CON MEDIACIÓN" y con una satisfacción enorme, por haber encontrado la inspiración y las palabras para poder celebrar.

El motivo de inspiración ha sido el taller al que tuve ocasión de asistir el viernes pasado día 7 de marzo, organizado por la Asociación Madrileña de Mediadores http://www.ammediadores.es/nueva/

El título del Taller es" El Acuerdo Parental de Mediación y la Participación de los Niños en el Proceso"


El título me llamó mucho la atención, especialmente porque actualmente estoy trabajando en una mediación, en la que me planteo la conveniencia de "invitar" al Niño a participar en el Proceso, y sí este taller me ha dado muy buenas razones para hacerlo y aún más me ha dado muchas y muy buenas herramientas, para hacerlo bien y que sea en beneficio del Niño y de sus padres.

Reconozco que la ponente Lillian van Wesemeal  http://www.linkedin.com/pub/lillian-van-wesemael/52/6a/63 para mi era una desconocida, pero leer sus referencias también me llamó mucho la atención y consiguió que me interesase más aún el Taller.

Ha sido una experiencia magnifica, tanto la temática del Taller como la ponente, sin olvidar la dinámica de la exposición.

Ella es una mujer simpática, alegre, atenta, extrovertida que hizo un grandísimo esfuerzo por comunicarse con nosotros en español, no sólo en la presentación gráfica, sino durante unas ocho horas, casi seguidas de exposición oral.

Desde el inicio de la sesión, y tras una breve introducción con el índice de los temas que íbamos a tratar durante el taller, puso en marcha sus técnicas y para saber un poco mejor cual era su público, de forma que en vez de hacer que nos presentásemos uno a uno (y éramos casi 50) diciendo nuestro nombre, profesión, ciudad y experiencia, nos movilizó, nos hizo levantarnos y agruparnos, primero como grupos profesionales, a continuación por lugar de residencia y por último por tiempo de experiencia en mediación, y aún más nos hizo comentar entre nosotros las expectativas y puntos de interés que teníamos sobre el Taller, para después ponerlos en común y compartirlos.

Desde luego me pareció una estupenda forma de romper el hielo entre ella y su público y también entre los propios asistentes, que más adelante íbamos a tener que participar de forma activa entre nosotros.

Una vez entrados en faena, y hablando ya sobre el Acuerdo Parental, hizo una rápido repaso por la legislación Holandesa respecto a la condición de los padres y los hijos, me llamó poderosamente la atención aprender como las obligaciones y sobre todos los derechos de los progenitores, del género masculino, respecto a sus hijos cambiaba mucho, muchísimo, si estos estaban casados o no con las madres, y si no estaban casados pero estaban registrados como pareja de hecho o simplemente convivían sin estar casados ni registrados como pareja de hecho, hasta el punto que en el caso de estar conviviendo sólo las madres tenían la patria potestad, por utilizar el término legal español, aunque en realidad debería ser en su caso la "matria potestad", de forma que la madre y sólo la madre decidía todo lo relativo al a vida de su hijo sin tener que tener en cuenta al progenitor.

Sinceramente me quedé un buen rato dándole vueltas a este asunto, porque si bien es cierto, que esa era una situación del pasado, que llegado el S.XXI, sí, sí, sólo después del año 2000, se han producido cambios importantes, ya motivados por el interés superior de los niños, era una situación totalmente opuesta a nuestra patria potestad heredada del derecho romano por la cual sólo el padre, y nada más que el padre, era el titular de la patria potestad, hasta el punto que tuvo que llegar en 1981 la ley del divorcio y con ella la "personalidad jurídica independiente" de la mujer respecto a su padre o a su marido y por tanto la patria potestad llegó a ser compartida y conjunta entre ambos progenitores. Es curioso cómo el origen en un derecho u otro puede desembocar en situaciones actuales tan dispares.

En definitiva lo más destacado, que impulsó la mediación en Holanda y el Acuerdo Parental, ha sido la pregunta:

¿QUÉ ES IMPORTANTE PARA LOS NIÑOS?

A partir de ahí nos explicó y nos fue detallando todos y cada uno de los puntos que debe contener un buen y adecuado, Acuerdo Parental, haciendo especial hincapié en las diferentes necesidades de los niños, según sus diferentes edades y capacidades cognitivas y afectivas, poniendo el foco en la adecuada vinculación de los niños con ambos progenitores, teniendo especial cuidado de crear un apego seguro. Aquí nos sacó a todos algo más que una sonrisa al traer esta imagen a la presentación


Nos dijo que es una imagen que ella tiene presente en su gabinete para intentar explicar las diferencias entre la percepción de los cuidados que puede dispensar un padre a su hijos y la percepción de la madre.

Otro punto a tener muy presente a la hora del Acuerdo Parental, es el nivel de conflicto entre ambos progenitores, y aquí nos trajo otra imagen que tituló como la "montaña rusa del divorcio"
Parece tan evidente como necesario recordar que el divorcio llega cuando una persona ya no quiere vivir con la otra, y lógicamente no es lo mismo ser la persona que toma la decisión que ser la persona que se ·encuentra" con la decisión tomada, parece que será obvias las diferencias entre los estados de ánimo de cada uno de los miembros de la pareja dependiendo que sea uno u otro el que haya tomado la decisión, por eso nos recordó cuales pueden ser las diferentes fases y las diferentes emociones que se pueden sentir según el momento en el que se encuentre cada una de las personas:

NEGACIÓN, CÓLERA, TRISTEZA, APATÍA, ACEPTACIÓN.

Mientras que es muy posible que tras el divorcio la persona que tomó la decisión se encuentre ya en una fase de aceptación, por otro lado es igual de posible que la otra persona esté en la fase inicial de negación, por tanto cuanto mayor sea la distancia en las emociones de ambas personas, más difícil será alcanzar un Acuerdo Parental basado en ¿QUÉ ES LO IMPORTANTE PARA LOS NIÑOS?, porque no es fácil centrarse en otra persona, por mucho que esa persona sea un hijo, cuando todavía duele demasiado la ruptura y el cambio.

Tras este análisis de las situaciones, y de los focos de atención, practicamos un Rol Play, en el que todos participamos, unos como padres otros como madres, otros como mediadores y otros como observadores. y con esto llegamos a la hora de comer.

Durante la comida disfrutamos del magnifico día que hacía en Madrid, donde por fin lucía el sol, y la gente paseaba por la calle ya con cara de fin de semana.

Tras la comida nos metimos otra vez en faena, ahora sí con la Participación de los Niños en el Proceso, y ahora tocaba el turno de cómo saber ¿QUÉ ES LO IMPORTANTE PARA LOS NIÑOS? y qué mejor forma de hacerlo que preguntándoselo a ellos.

Nos indicó algunas técnicas que pueden ayudar a los padres a tener presentes a sus hijos durante las sesiones de mediación a la hora de tomar las decisiones, con independencia de su nivel de conflicto, que les puede ayudar precisamente a olvidarse un poco de cómo se siente cada uno de ellos y pensar por encima de sus propios sentimientos, miedos, dolores, en los de sus hijos.

Nos recordó algunas cuestiones que no se deben plantear a los niños como por ejemplo¿a quién quieres más a papá o a mamá? o ¿dónde quieres vivir?.

Nos facilitó un guión de temas que se pueden tratar durante la entrevista con los niños y una vez más hizo mucho hincapié en la necesidad de adaptarnos a las necesidades y capacidades intelectuales y emocionales de los niños, porque evidentemente no es lo mismo hablar con un niño de 5 o 6 años que con un chaval de 14 o 15 años, y tampoco es lo mismo hablar con una niña de 7 u 8 años que con una chavala de 15 o 16.

En definitiva se trata de poder ayudar a los niños a expresarse, cosa que nos cuesta muuuuucho, porque en el fondo tenemos miedo de escucharles.

Hablar con niños en realidad es ESCUCHAR:

  • lo que cuentan
  • lo que NO cuentan
  • el lenguaje corporal
  • la respiración
  • lo que quieren dejar claro
  • seguir explorando 
En resumen se trata de que tanto los padres como los hijos entiendan que sí la pareja deja de ser eso una pareja, pero que ambos eran, son y van a seguir siendo madre y padre de los hijos siempre, no sólo mientras que son pequeños y tienen que tomar decisiones por y para ellos, pensando en el interés superior de los niños.

Es una cuestión de decidir y de elegir entre un "DIVORCIO HUMANO" o un "DIVORCIO DE LUCHA".

Además tengo que decir que tomé nota de un comentario que hizo un compañero a modo de conclusión:
"no se te olvida cómo te enteras de que tus padres se divorcian" y para los padres, la pregunta clave debe ser: ¿qué os gustaría que vuestros hijos recuerden al saber que os divorciáis?


Para finalizar participamos, esta vez, la mayoría como espectadores en un Rol Play entre una mediadora y una "niña" de 8 años que interpretó magníficamente María Quero Mapelli, que es Vocal de Mediación Civil y Familiar en la Asociación Madrileña de Mediadores y Responsable del Área de Formación.

Fue un día intenso y satisfactorio, terminamos cansados pero encantados de haber asistido, participado y sobre todo aprendido.

1 comentario:

  1. La verdad es que siempre que hay una separación todos los componentes de la familia sufren,los niños si son pequeños pues hay cosas que no entienden,cuando yo me divorcié tenia mi hijo 10 años y mi hija 5 pero tratamos de explicarselo lo mejor posible y sobre todo no hablar mal nosotros mismos tanto él hacia a mi o yo hacia él delante de nuestros hijos. Creo que se hizo bien, pues a la fecha de hoy ellos están muy bien cuando se van a casa de su padre y creo que nuestro divorcio no fué traumático para ellos.La figura del mediador está muy bien para muchos aspectos de la vida pues en ciertos momentos si que se necesita.A todos los mediadores que estais leyendo ésto os felicito y sobre todo a ti Beatriz.

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